Los pobres como actores políticos

Una mirada prospectiva desde Guatemala

De Otto Rivera, moderador del Círculo de Pensamiento Joseph Wresinski, Guatemala. Contribución al taller «Las condiciones de una verdadera democracia participativa».

PDF - 167.6 KB
Los pobres como actores políticos

Guatemala, al igual que varios países de la región latinoamericana, luego de décadas de regímenes militares, iniciaron un lento proceso de democratización y de diálogo como alternativa para resolver los conflictos armados internos que tuvieron un alto costo sociales en sus respectivos países.

En la búsqueda permamente de la construcción de democracias reales propiciando espacios de participación de todos los actores sociales, que conlleve a la construcción de una verdadera gobernabilidad ha requerido más de dos décadas y aun así el país está lejos de alcanzar niveles satisfactorios de desarrollo, de espacios democráticos y de una verdadera paz.

Ante los efectos inevitales de la crisis económica mundial, la cual afectará sin duda a las incipientes democracias, debemos de preguntarnos sobre los posibles impactos que la misma tendrá en las ya deterioradas economías latinoamericanas y sobre todo en los precarios niveles de vida de las familias pobres y extremadamente pobres. Solo en el año 2008, ante la escalada de precios a los alimentos, en Guatemala por ejemplo, los pobres relativos y los pobres extremos aumentaron en un millón de personas.

La ausencia de políticas públicas que eviten males aun mayores debemos de preveer en la construcción prospectiva del futuro por venir y plantearnos el reto de transitar del país que tenemos a la sociedad que queremos, en donde todos tengan acceso a la salud, educación de calidad, seguridad alimentaria, protección de los derechos básicos como la vida, el empleo, entre otros, asi como propiciar espacios de participación en la otoma de descisiones.

Con este panorama, la pregunta fundamental consiste en interpelarnos, pueden los pobres y los extremadamente pobres ser protagonistas de su propio desarrollo, de su propio devenir, pueden hacer valer sus derechos, porque pensar en ellos en tanto actores políticos, conlleva a reconocer y hacer vigente su status de ciudadano.

Pero esta ciudadanía no se puede construir en condiciones de desigualdad. Se debe recurrir al diálogo no solo para sentar las bases de una verdadera democracia sino para reconocer al otro, que no es como yo, en tanto sujeto del diálogo mismo y situarnos en las mismas condiciones humanas.

La condición humana de las familias extremadamente pobres nos llevan a la reflexión actual si estamos actuando por el bien de la humanidad o estamos esperando que sea la humanidad que actúe por el bien nuestro. La doble paradoja que viven las familias pobres en la actualidad, presentes en todos los discursos políticos y ausentes de todas las políticas.

Un elemento fundamental al que estamos obligados de responder es a la generación del conocimiento de las familias pobres y extremadamente pobres, en virtud que en la actualidad se hablan de ellas sin saber quienes, ni cuantas son en el mundo, se desconocen, cuando no se ignoran, sus sueños, aspiraciones y deseos. Los pobres no son estadísticas, son seres humanos al igual que nosotros, pero rara vez les reconocemos como tales.

Nuestra responsabilidad es acompañar su lucha, abrir espacios para su participación, hacerles tomar la palabra pero sobre todo hacerles escuchar.

documents

Los pobres como actores políticos

1 comentario Deje un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *