La desgracia de sentirse inferior, siempre a flor de piel.

Reunion de volontarios, septiembre 1962 ECRITS ET PAROLE 1 – 1960/1967 [P 122/133]

Los pobres serán menos sensibles que otros al sufrimiento? Tienen siempre a flor de piel la desgracia de sentirse inferiores a los otros, sufren de ser rechazados, porque eso no les parece normal. Pueden parecer insensibles o pasivos, pero intentan protegerse de las humillaciones. Nosotros no hacemos que empezar a comprender lo que viven las familias. Para ello se necesita voluntarios formados en relaciones humanas y escribir el informe de observación cotidiana.

… Hay allá como una suerte de fatalidad que pesa y que pesa a menudo, todavía hoy, sobre un sector de la población. No se trata de un problema urbano o un problema rural. Algunos barrios de ciudades así como el de Noisy, están como marcados. Veo el ejemplo de Breda en los Países Bajos, donde en ciertos barrios viejos se ha creado como una sub cultura. Por qué? Porque hay familias de algunos barrios que se reúnen allí para intentar ser contratados en la pequeña fábrica, que por cierto, no ha evolucionado mucho, después de estos tiempos de miseria. Las personas se han casado entre ellas, hay mucho parentesco de una calle a la otra, y sus ambiciones siguen siendo las mismas: encontrar un empleo como mano de obra en la fábrica. No es la sociabilidad que se transmite, son situaciones históricas y una forma de vivir que se mantienen y que aparecen hoy, que son diferentes a lo que vive la sociedad en general.

- Me pregunto padre Joseph, en que grado la gente de aquí sufre. Si nosotros mismos estaríamos en esa condición, seguramente sufriríamos de manera diferente. Hablo de la pasividad de la indiferencia. Acaso eso impide sufrir?

Padre Joseph : los voluntarios pensamos que si estuvieramos en la situación de las familias, sufriríamos más. Decimos, están habituadas; nosotros mismos seríamos más sensibles. Quizá no es la mejor manera de abordar el sufrimiento ajeno. Las familias están en la desgracia, en una desgracia que no podemos imaginar . Es poco probable que nos pase alguna vez, ya que nosotros hemos recibido tantos medios para defendernos, para explicarnos, para resistir. Por lo tanto debemos intentar comprender. De qué sufrimiento se trata?. Hay sufrimientos físicos, morales, intelectuales, espirituales. También existe un sufrimiento social: el de no ser como los otros, el no tener lo que los otros poseen. Pero para sufrir hay que poder comparar y decirse: yo podría tener, lo que los otros tienen. Es lo que de cierta manera puede decirse la clase obrera en referencia a la riqueza de los jefes. Digo esto de los obreros, que hay una comparación posible, porque trabajan tanto como los jefes, asumen responsabilidades, y de todos modos es gracias a la clase obrera que todo marcha. En ese momento, la riqueza puede ser una verdadera aspiración, como un derecho, y el no obtenerlo, termina siendo un sufrimiento. No creo que las familias de aquí puedan sufrir de esa manera, de la riqueza de los otros. Pueden sufrir mucho de no obtener aquello que recibe una población obrera cercana, un lugar donde vivir por ejemplo. Aunque todavía esta aspiración es relativa.

Pero esta el sufrimiento social, de ser siempre puesto de lado. Este sufrimiento que habita a las familias, está profundamente marcado por el sentimiento de ser inferiores a los otros ya que se les hace sentir en donde vayan. Es eso que ven como anormal, como ilegítimmo; ser un hombre inferior es inaceptable para todo hombre. Siente que es víctima de una suerte de segregación contra el cual no puede hacer nada, y que por tanto, no es normal. Porque también él, es un hombre, es igual a todos los demás hombres. Hemos hablado de pasividad, de insensibilización. Quisiera que ustedes comprendan porque las personas, dan a veces la impresión de no querer cambiar nada. Eso hace decir al municipio, que aquí a la gente le gusta estar como está. Eso es grave. La gente no se complace en la miseria, ningún hombre puede aceptar. Pero un hombre tampoco puede sufrir incansablemente, las heridas siempre frescas. Por tanto creo que ser considerado como un ser inferior es una desgracia siempre a flor de piel, y la menor cosa, le despierta. Es por ello que la gente se muestra casi siempre muy suceptible. Una palabra, un gesto, una mirada, es suficiente para recordarles «lo que son»: personas que nunca tienen éxito, fracasados… una sola palabra puede tocar su orgullo y marcarles profundamente. Cuando hablé de pasividad, me refería a pasividad delante la responsabilidad, delante los compromisos, porque ya no se quiere esforzarse en vano , ni ser humillado todo el tiempo. Pero se continúa, por eso es que se pierde toda sensibilidad a las relaciones con los desconocidos. Toda privación, todo sufrimiento, quizá es relativo. Cada uno sufre de cosas que le faltan y que le parecen anormales e injustas. Los pobres sufren de ser rechazados. ¿Posiblemente es allí, el sufrimiento nuevo de los pobres?

- Y es eso lo que quería decir el profesor Debuyst, cuando hablaba de las personas que habian interiorizado los fines, pero no los medios de alcanzarlos?
- Padre Joseph : Es un poco eso. Voy a darles el ejemplo de una madre de familia de 16 hijos. Para ayudar a sus padres, trabajaba confeccionando ropa interior en una base de la marina nacional. Ahí ella conoció a su marido, también él, de una familia pobre y que también tenía un empleos modesto en la misma base. No voy a contar todas las peripecias de la pareja, solamente algunas: desempleo, falta de vivienda, vagabundeo, qué les hizo fracasar? una noche, aparecieron con una pequeña maleta en la mano y tres niños en el brazo, en el campo de Noisy. Para comprender su situación ahora, están en un iglu que no le hacen más ningun mantenimiento, en una limpieza que practicamente les desborda; hay que saber que la mamá ha crecido en un hogar pobre, muy unido a los valores de una cultura bretona: fidelidad al matrimonio, a los niños, a la familia. Por otro lado, su marido bombardeado de desempleo y de humillación, se ha puesto a pelear, a engañar, a jugarse el poco dinero que recibe de alocación familiar. Le ha golpeado incluso en el embarazo y el niño ha nacido con discapacidad y vivió muy poco. En ese momento la mamá debió elegir entre los valores a los cuales se había agarrado apesar de todos los avatares. Iba volver a la casa de su madre, sacar adelante sola a sus niños, quizá también pedir el divorcio? Para ella, eso no se hacía; además que su madre, igual a ella sin recursos, hubiera podido recibir a su hija divorciada? Hubiera podido guardar a sus hijos? Delante este dilema, la señora M. escogió quedarse en Noisy, pero poniendose a beber y engañando a su marido. De hecho, la señora M. ha escogido los niños, el hogar, la fidelidad del marido, según las posibilidades que le quedan. Como los fines no se parecían a nada que ella se había propuesto, frente a los servicios sociales aparece como una madre totalmente inadaptada en su entorno. Ella vive de verdad, pero como un zangano, del cual le es muy dificil escapar. Y aún el marido se vuelve contra ella, su propia familia toma distancia y los servicios públicos van a terminar por retirarles a sus hijos, por quienes ella ha aceptado pasar todo ese sufrimiento. Podemos decir que ella ha interiorizado el valor del matrimonio, ya que ella se ha sacrificado toda entera, que ha sacrificado a sus niños. Hoy aparece como una mujer irrecuperable, una de las más asociales de Noisy. Ella es en realidad una de las más desgraciadas. Sin embargo eso nadie lo ve, nadie comparte el sufrimiento, para el cual, ella misma casi no tiene palabras.

Comprenderemos mejor, en la medida que estemos cerca a las familias. Y para algunos, sobre todo para aquellos que están aquí por primera vez o que no se quedarán por mucho tiempo, no les prometo enviarles en las familias. Hemos enviado a Helene en una familie ayer y hoy, y me parece que no ha sido algo acertado, porque ella ha quedado muy sensible, y no es algo extraño. Incluso encontrar a las mujeres que trabajan las cintas Scoch, no es lo mismo. Entrando a un iglu, Helene ha entrado en el universo de una familia en la miseria y ella ha quedado afectada y asombrada. Sin embargo no es la familia más desgraciada de Noisy, hay quienes están en peores condiciones. Entonces hay que pensar bien. Pero si puedo enviarles lo haré, a condición que vayan entre las familias con un espíritu de busqueda, de reflexión, para aprender y esclarecer aún más nuestra reflexión común. No pueden ir a las familias por mera curiosidad, tampoco buscando hacer una investigación cientifica, y no es nuestro fin. Aquí no puede tratarse de lo que se llamaría la ciencia pura, un análisis puramente científico. Para eso hay que ir a otro sitio; aquí intentamos comprender lo que llevan las familias , para sostenerles. Y eso está a vuestro alcance, hasta en las responsabilidades que asumen.

- Es cierto que mucha gente que pasa, quisieran darme una mano para arreglar la caravana, pero no siempre saben como hacerlo.
- Padre Joseph : Dices : «De acuerdo, ayúdame», y descubrirán juntos, tu te las arreglas para que realmente sea juntos. Es una suerte de tener necesidad de ser ayudado.

- Es verdad que aquí se ve a menos famililas miserables? Acaso ellos no aprovechan del jardin de niños y todo eso?
- Padre Joseph : Por un lado es cierto. A inicio las familias más miserables no aprovechan de los servicios creados, las madres no traen a sus hijos al jardín. Ellas se esconden, y cuando salen, quedan escondidas entre ellas. Cuando una madre viene a trabajar las cintas Scotch, es que empieza a salir de su encierro, empieza a subir la cuesta. Ves, algunas mujeres que venían a trabajar, ya no vienen; porque la vida es demasiado dificil. Vas a ver que volverán. Este año veo mucho más familias miserables que comienzan a moverse. Pero cómo hacer para que se atrevan a salir de su encierro? Por eso no es suficiente tener un hogar, un taller, una biblioteca. Eso demanda de relaciones personales, de mucha amistad y confianza. Para las familias de aquí, haría falta voluntarios, mujeres que no tengan como profesión la asistencia social, pero que si se hayan dado el trabajo de especializarse en las relaciones humanas. La profesión de asistente social en sí, es un peligro para las familias, ya que ésta tiene tendencia a reducirlas, a no verlas más que a través de sus problemas. Para las familias más miserables, se necesita voluntarios que se formen, y que no estén allí por los problemas, sino por las personas.

- Es de esa manera que se puede obligar a la gente a salir?
- Padre Joseph : No es una buena pregunta. El fin es que las personas salgan libres de toda obligación, porque tienen ganas de hacerlo, porque allá, hay un maravilloso hogar de mujeres donde ustedes sabrán hacer un verdadero encuentro, en el que también los más pobres se sentirán preparados. No se trata de obligar a las personas. Vayan a ver la pequeña caravana en La Campa. Ahí nisiquiera tienen un hogar , pero la caravana es verdaderamente un lugar de encuentro, todo el mundo tiene ganas de pasar por la casa de Bernadette Cornuau. Me gustaría que el hogar se vuelva un lugar de encuentro, donde se reunan todas las mujeres; para ello se necesitará un gran voluntariado y que se quede, claro. Todos los voluntarios, incluso los más jovenes y los menos hábiles puede hacer algo bueno por las familias a condición de haber grandes voluntarios y que duren para animarlos; a condición también de escribir sus informes. Desde que los voluntarios permanentes hacen sus informes, realmente hemos comenzado a trabajar con las familias y entre nosotros.

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