Participación o comunión?

«Lo que maravilla a las familias subproletarias y a mí mismo en cada ocasión, es el contemplar a Cristo participando incensantemente en la vida de los pobres. La invención de la participación de los pobres «en nuestros proyectos» es algo de nuestros días. Me parece que esta participación refleja un malentendido acerca de la clase de acercamiento que debe lograrse entre los ricos y los pobres. ¿Quién debe inspirarse en quién? ¿Quién posee una experiencia de la vida y un pensamiento fundamental indispensables para renovar el mundo, nuestras instituciones, nuestra religión y nuestra fe?

Jesús no «participa», Jesús «comulga» y lo hace en plenitud. De las conversaciones a las que tenemos la fortuna de asistir resplandece en cada momento una luz deslumbrante, una luz que nos sorprende precisamente porque nos deja ver con claridad que los más pobres no están reducidos a una mera participación en un pensamiento ajeno elaborado fuera de ellos. Ellos mismos son creadores de un pensamiento y éste surge de su experiencia personal de la extrema pobreza. Este pensamiento sorprende a los ricos. Ello me parece que entra dentro de la lógica misma del Evangelio.»

1 comentario Deje un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *