En relación con la miseria hacen falta a la vez la proximidad y la distancia. La proximidad, ya que los muy pobres son nuestro denominador común, el que nos junta, nuestra razón- de ser.
La distancia, en cuanto que han de podemos hacer progresar constantemente a partir de lo que somos. Para mayor suerte del Movimiento su causa son a la vez las personas que sufren, y un pueblo en marcha que nos obliga a avanzar.
Las personas nos impiden convertir al pueblo en un objeto de lucha, un pretexto. Nos obligan a vivir a su ritmó, a hacer nuestros los latidos de su corazón, su esperanza y sus pensamientos:
¡El pueblo nos obliga a seguir siendo nosotros mismos hombres y mujeres a quien se puede decir: «Hagáis lo que hagáis, jamás podréis comprendemos porque jamás habéis vivido lo que vivimos nosotros» Si no pudiera decírnoslo, tendríamos que cederle la palabra.
Joseph Wresinski