«Vuestro linaje es de alta alcurnia»

Intervención del padre Joseph Wresinski en el Primer Encuentro de los Jóvenes del Cuarto Mundo en el Sappel, en l’Ain (Francia), los días 19 y 20 de mayo de 1973. Publicado en el periódico Feuille de Route n° 45 Junio-Julio 1973.

Domingo 20 de mayo de 1973. El segundo momento fuerte del Encuentro fué el anuncio de un gran proyecto y la arenga del “Veterano”. Tomando la palabra como miembro adulto del Movimiento A.T.D. Ciencia y Servicio, retomando lo que dijeron los jóvenes el día anterior, el veterano muestra que para ellos, el Encuentro era el signo de una voluntad común de cambiar su corazón y el mundo. También muestra cómo todos estos jóvenes formaban parte de un pueblo que tenía su historia.

Personas que dan miedo

“Sois los herederos de aquellos que fueron bloqueados detrás de las puertas de Paris. Han tenido miedo de vuestros padres y de vuestros abuelos y les agruparon en lo que se llamó en otra época: «la periferia roja»: se les ha impedido volver a París. No os creáis que es de ayer: se aprovecharon de vuestros padres y abuelos para hacer la Comuna, para disparar sobre los de Versalles, y para que los de Versalles dispararan sobre los Comuneros. Se aprovecharon de vosotros cuando, durante la Revolución, os hicieron tomar la Bastilla y os acorralaron sobre los altos de Belleville. Ahí fuisteis una vez más los desterrados de París. Luís XIV os hacía encerrar en el Hotel Dieu, en el Hotel de Francs-Comtois; os hacía encerrar porque no estaba dispuesto a aceptaros. Ni a vuestros abuelos, ni a vuestros bisabuelos. En el siglo XVIII, se os llamaba los «desechos onerosos». Ayer, Hitler os identificaba con los locos y os enviaba a los hornos crematorios… Esta es la raza a la que pertenecéis, esto es lo que sois: aquellos que dan miedo. Vuestra historia es la historia de aquellos de los que siempre se ha tenido y todavía se tiene miedo.

Pueblo que sabe

Por este motivo, tanto ayer como hoy, se os pone en la categoría de los granujas y gente sin ley. En otro tiempo se os llamaba matones, pícaros. ¡No!, no erais ni pícaros ni matones, pero sabían que vosotros teníais, más que nadie, algo que decir para desmitificar el mundo, para impedir que el mundo siguiera en su ceguera, [y] por eso no estaban dispuestos a aceptaros. Porque vosotros sabéis lo que es realmente la justicia porque habéis vivido la injusticia; vosotros sabéis lo que es el trabajo, ya que no tenéis una profesión en vuestras manos; vosotros sabéis lo que es la instrucción, vosotros que habéis sido privados de escuela; vosotros sabéis lo que es no tener amigos, por que os han privado de la amistad. Esta es vuestra raza, este es el hombre que sois. Esto es lo que habéis descubierto hoy. Formáis parte de un linaje de alta alcurnia, no sois unos cualquiera, no nacisteis ayer. Sois los herederos de toda la miseria del mundo y la han puesto sobre vuestros hombros para impediros levantar la cabeza y revelar la verdad al mundo.

Cualquiera no

Aquí, hoy, no sois más que 300, representando a otros, a todos los otros, aquellos que no han podido venir y que están disgustados por eso, aquellos que tienen las mismas preocupaciones que vosotros, vuestra misma voluntad, que quieren exactamente lo que vosotros queréis. Vosotros queréis, al igual que ellos, no formar parte de pequeños grupos, grupos con un club; no sois la juventud de un club, sois la juventud del Cuarto Mundo; sois la juventud que está de pie y que tiene algo que decir al mundo, vosotros no sois cualquier tipo de juventud. Vosotros sois una juventud que quiere aprender para poder hablar y hacerse comprender, una juventud que quiere cultivarse. Cultivarse significa que quiere comprender lo que vive y compartirlo con otros. Sois una juventud que quiere trabajar, que quiere ser dueño de su vida, no depender de otros, pero formando parte de sindicatos, partidos políticos e Iglesias para los que son creyentes, de manera que el mundo cambie, por vuestra causa y gracias a vosotros. Queréis ser una juventud que pueda amar y ser amada, una juventud que pueda ser respetada porque es respetable. Y por eso queréis una formación profesional, queréis una escuela para vuestros hermanos y hermanas, una escuela de verdad, queréis que el instituto esté abierto para vosotros, que la universidad también sea patrimonio vuestro. Vosotros queréis que se pueda vivir en vuestros barrios, que se sea feliz en ellos. Queréis que los sindicatos se ocupen de vosotros, que los partidos políticos os defiendan y que los curas sean de vuestra clase, por que es de la única clase que tienen derecho a ser. Queréis el derecho sindical para los jóvenes, el derecho político. Vosotros queréis todo lo que hace la juventud, la construye, vosotros queréis que las cosas cambien. No queréis ser cualquier tipo de juventud. Vuestra juventud, marcada por la dura ley del trabajo, marcada por la dura ley del desprecio, marcada por la dura ley de la privación, marcada, en algunos de vosotros, por la dura ley del hambre y la mendicidad, tiene demasiada grandeza y estima de sí misma para drogarse, para jugar a mártires recalcitrantes. Vuestra juventud quiere que las cosas cambien y sabéis que las cosas pueden cambiar. Vosotros no queréis ser personas de guetos, no queréis hacer un pequeño barrio en Stains para vosotros solos, un pequeño barrio en Nueva York para vosotros solos, un pequeño barrio en Friburgo para vosotros solos. Vosotros queréis que los jóvenes trabajadores se unan a vosotros, que los jóvenes obreros estén con vosotros, que los jóvenes comunistas estén con vosotros, que los jóvenes cristianos estén con vosotros. Vosotros no queréis ser personas aisladas.

Pueblo honesto y orgulloso

No es suficiente decirse: vamos a ser fuertes porque somos 300 aquí en el Sappel. ¡No! estamos con todos aquellos que de una manera u otra, tienen algo que enseñarnos, pero que también tienen mucho que aprender de nosotros debido a la vida que hemos tenido, por lo que somos: una juventud que quiere reunir a todas las juventudes que tienen algo en el corazón, de manera que sirva para cambiar el mundo. Nuestro padres son de un pueblo excluido. Nosotros somos de ese pueblo. Denunciando la mediocridad del mundo y sus injusticias, queremos ser ese pueblo, el pueblo que está de pie”.

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